Las autoridades de las Islas Baleares, imán turístico de España, están tomando medidas drásticas contra el turismo de borrachera en tres puntos calientes, introduciendo lo que consideran la primera ley de este tipo en Europa. El gobierno regional de las islas, con sede en Palma de Mallorca, aprobó el viernes una ley que prohíbe la organización y promoción de “pub crawls” y la publicidad de la venta de alcohol por medio de “open bars” y “happy hours”, así como la práctica de saltar desde los balcones de los hoteles a las piscinas -conocidas popularmente como “balcones”- en todas las islas del Mediterráneo. Esta práctica ha causado muchos heridos y varias muertes. La legislación se aplicará en un largo tramo de la capital, desde la playa de Palma hasta la zona de S’Arenal, así como en la zona de Magaluf en la isla de Mallorca y en la zona del West End de Ibiza, inicialmente durante los próximos cinco años.Mallorca e Ibiza son dos de los destinos turísticos más populares de Europa, y sus paseos marítimos llenos de discotecas son especialmente populares entre los jóvenes de Gran Bretaña, Alemania e Irlanda.El gobierno autonómico ha declarado que la ley es una novedad en Europa y que tiene como objetivo mejorar la calidad del turismo en las islas y el bienestar tanto de los turistas como de los residentes.
La normativa prohíbe las máquinas de venta de alcohol y los comercios que venden alcohol deben cerrar entre las 2030 GMT y las 0700 GMT en las zonas, y congela las nuevas licencias de los llamados “barcos de fiesta” y les prohíbe subir o bajar a los juerguistas en las tres zonas. La legislación prevé multas que oscilan entre los 6.000 euros (6.660 dólares) y los 600.000 euros.