Esperanza Aguirre anunció su dimisión como concejal y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, asegurando que se siente «engañada y traicionada» por Ignacio González, que fue su mano derecha y su sucesor en la presidencia de la Comunidad de Madrid. En una breve comparecencia de tres minutos en la sede del grupo municipal del PP y sin admitir preguntas, Aguirre anunció que deja su cargo de concejala y de portavoz tras la detención y el ingreso en prisión el pasado viernes del ex madrileño por el caso Lezo.
Según explicó, a González le pidió explicaciones cuando varios medios de comunicación publicaron sospechas sobre sus actuaciones, y éste se las dio en privado «de manera exhaustiva». La hasta ayer portavoz municipal del PP aseguró que después de aquellas explicaciones no vigiló «más», añadiendo que, aunque las informaciones que aparecen en el auto del juez no son una «prueba definitiva» de la culpabilidad del ex madrileño, su «manera» de concebir la política le ha llevado a dimitir.
«Mi manera de concebir la política me lleva a asumir la responsabilidad que me corresponde por no haber vigilado Ignacio González y no haber descubierto antes lo que ahora, después de años de investigación, han descubierto la Guardia Civil y el juez», expuso Aguirre.
De González dijo además que ha sido una persona de su «máxima confianza», a quien conoció en el Ayuntamiento de Madrid cuando éste era funcionario en los años 80, y recordó que fue ella quien lo nombró subsecretario de Educación cuando era ministra, y que como presidenta autonómica lo nombró vicepresidente.
Visiblemente emocionada
«Los ciudadanos tienen derecho a pedir que los políticos asumimos toda nuestra responsabilidad con dignidad, sin dilaciones y sin excusas y yo tengo como norma de conducta no eludir nunca mis responsabilidades y por eso presento mi dimisión», concluyó Aguirre, visiblemente emocionada, abandonando luego la sala sin aceptar preguntas de los periodistas.
La ex madrileña había comunicado al presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, su decisión de dimitir como portavoz en un mensaje de texto enviado por el móvil, pero no le llamó.
En un breve comunicado, el PP reconoció la «larga trayectoria» de Aguirre, a la que calificó de «persona relevante» a la organización. En otro comunicado, el PP de la Comunidad de Madrid destacó que «comparte las razones» expuestas por Aguirre para dejar el cargo, especialmente en lo referente a que «debería haber vigilado con más eficacia los posibles casos de corrupción, lo que ha causado daño a las instituciones y al propio partido ».
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por su parte, afirmó que, con la dimisión de Aguirre se ve que el Gobierno autonómico y el PP «se sostenían en una trama criminal». «El cáncer de la democracia es la corrupción. Con la salida de Aguirre vemos que todo un Gobierno y el PP se sostenían en una trama criminal », escribió Carmena en Twitter.
El PSOE, a través de su cuenta oficial en esta misma red social, destacó que Aguirre se va tras el «Tamayazo, Gurtel, Púnica y Lezo», aunque es «demasiado tarde» y lo hace sin asumir responsabilidades ni dar ninguna explicación. La secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández, pidió a la Cifuentes que «investigue» junto a los socialistas la corrupción dentro de su formación para que no cree que Aguirre no supiera nada de lo que pasaba.
Maquinaria corrupta
Desde Podemos, su secretario general, Pablo Iglesias, denunció la «maquinaria corrupta» del PP en contra de los intereses de los ciudadanos, mientras que secretario general del partido en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, señaló que la dimisión de Aguirre «no cierra» la «crisis de gobernabilidad», ya que, en su opinión, el “problema” no está en el Ayuntamiento de la capital, sino en el Gobierno autonómico ya la Asamblea madrileña.
El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Ignacio Aguado, destacó la tardanza de la dirigente del PP para presentar su dimisión, que, a su juicio, pone en evidencia la «resistencia al cambio de la vieja política».